25 febrero 2016

He aprendido.

He aprendido que el tiempo no todo lo cura, que hay sentimientos con los que tienes que acostumbrarte a convivir, generalmente dolorosos.
He aprendido que hay personas que te marcan para toda la vida, te enseñan de una u otra forma a ser tu mismo y tener unos principios e ideales marcados.
He aprendido a que cada persona es un conjunto de problemas superados o por superar, que, de una u otra forma definen la personalidad individual.
He aprendido que no es nada fácil pasar página cuando muchas de las situaciones o personas en tu vida son tan importantes o más que tu mismo y de repente, pum!, ya no están.
He aprendido que a cada problema tienes que encontrarle una solución, que a cada tropiezo de la vida hay que buscarle su parte positiva.
He aprendido que hoy soy quien soy, que soy así de fuerte, casi imposible de hundir psicológicamente, capaz de sonreír incluso teniendo la mierda al cuello o la sensación de poder tirar a delante con cualquier problema que tenga, gracias a esas personas o situaciones que me han enseñado a sufrir, a luchar y a que si me tropiezo 299 veces, me levanto 300. Gracias a los que se apartaron de mi vida, a los que se fueron para no volver, a los que se quedaron y lucharon por mi cuando yo no podía. Gracias a todos ellos por hacerme ser quien soy, tanto los que me hicieron feliz como los que me hicieron daño (o ambas cosas) por que de todos he sacado algo positivo y no cambiaría nada de mi vida.